¿Cómo lavar tu toalla de playa?

Uno de los dilemas del verano aparece, sin duda, cuando vuelves de la playa y no sabes qué hacer con la toalla empapada, llena de arena y con manchas de crema. Para garantizar su durabilidad, su comodidad y mantenerlas como el primer día, se recomienda darles un cuidado específico debido a todo lo que padecen.

A continuación, te dejamos una serie de consejos para disfrutar del mejor baño con una confortable toalla de playa.

Para garantizar su durabilidad, su comodidad y mantenerlas como el primer día, se recomienda darles un cuidado específico debido a todo lo que padecen durante esta época del año.

A continuación, te dejamos una serie de consejos para disfrutar del mejor baño con una confortable toalla:

1. El día del estreno, lávalas por separado para evitar que destiñan el resto de ropa de tu colada. Esto sucede habitualmente con aquellas toallas de calidad media y baja.
2. Hay que tratar de lavarlas después de cada uso debido a que la sal, el cloro y otros agentes las deterioran entre un uso y otro.
3. En la lavadora hay que utilizar programas fríos y de esta manera evitar un desgaste prematuro con el uso prolongado del verano.
4. Se recomienda utiliza detergentes que respeten el color.
5. Uno de los consejos de la vieja usanza y que se remonta a muchos años atrás, es el de añadir vinagre en el aclarado del programa para ayudar a que se mantenga el color en los tejidos de las toallas y suavizar el acabado final.
6. Algo que también es muy habitual es tenderlas al sol, pero esto no es muy recomendable ya que desgasta el color antes de tiempo. Las toallas se han se colgar siempre con espacio suficiente para que estén bien ventiladas, no cojan mal olor y acumulen humedad.
7. Se han de sacudir bien para eliminar la arena y otros restos que hayan podido quedar en los tejidos.
8. En caso de que tu toalla de playa tengan manchas de arena, deben tratarse antes de meterlas en la lavadora. El primer paso a seguir es aplicarle un chorrito de amoniaco o un poco de lavavajillas en seco.

Y por último, no debes excederte con el suavizante. Sobre todo porque así te garantizas que se sequen bien después de cada lavado.