
La semana pasada la mayoría de los estudiantes experimentaron eso tan temido desde principios de septiembre: la vuelta al cole. Madrugones, reencuentros, asignaturas nuevas… y aunque sea un proceso difícil para casi todo el mundo, los que más suelen sentirlo son los más pequeños de la casa. Por otra parte, también volvemos con las pilas cargadas de las vacaciones, compramos el material necesario y nos levantamos con energía. Pero esa energía y organización de principio de curso va decayendo durante los primeros meses.
Si tienes niños pequeños en casa, aquí te presentamos cinco hábitos que mantener para aprovechar el curso al máximo.
Etiquetar la ropa y el material
Los más pequeños de la casa suelen perderlo todo. Incluso si aún tienen poco material que llevar a clase, es muy probable que algo se pierda en el patio, en la clase, de camino al cole… Por eso las clásicas pegatinas de papel con su nombre harán identificable el material. Y, aunque lleve un más trabajo, es muy útil etiquetar, abrigos, jerseys, batas y otras prendasque lleven.
Compartir su interés por las asignaturas y el colegio
A muchos niños les cuesta hacerse con la vida académica. Es importante involucrarse con ellos en esta faceta de su vida diaria desde que son muy pequeños. El entusiasmo por las asignaturas y del colegio les hará más curiosos con respecto a ellas.
Hacer hincapié en otras actividades
No todo tiene que ver con el colegio. El final del verano también significa volver a actividades extraescolares y otros pasatiempos. Deporte, arte, juegos… Lo mismo que se dedica tiempo a aprender en el cole, hay que dedicar tiempo al ocio. Es el momento perfecto para descubrir intereses nuevos y reforzar los que ya tenían.
Respetar las horas de sueño
Clases, recreo, actividades extraescolares, juegos… Los niños gastan mucha energía a lo largo de todo el día. Para que todas las mañanas puedan tener otra vez esa energía, es necesario descansar bien. Irse a la cama a una hora razonable es la mejor manera. Además, dentro de poco el otoño traerá bajas temperaturas, y es momento de ir sacando sus edredones.
Cuidar la alimentación
Ahora que los horarios están más asentados, hay que volver a cuidar la alimentación. En verano solemos ser más permisivos con lo que comemos. Para una dieta adecuada hay que tener en cuenta la energía que necesitarán ese día y lo que comerán en el colegio. Por eso, lo mejor es que tengamos colgado en la cocina el menú del comedor de los niños.
Seguro que el nuevo curso nos depara muchas sorpresas. ¡Feliz vuelta al cole!