▷ Consejos para conservar la ropa de cama de invierno durante el verano

¡Ya estamos en primavera! Con ella llega el buen tiempo no solo a la calle, sino también a nuestros hogares. Por eso es momento de cambiar la ropa de cama de invierno por la de verano. Puede ser una tarea poco apetecible, pero con ella llegarán los colores más cálidos que llenarán de luz todos los hogares. En este post te daremos algunos consejos para que cuando saques tu ropa de cama, conserve el mismo estado que cuando la guardaste, sin haberse deteriorado o estropeado. 

Lavar la ropa de cama de invierno antes de guardarla

Cuando llegue el momento de sustituir tus edredones por ropa de cama más fresca como las colchas, es necesario que laves todo antes de guardarlo. Si cuerpo entra en contacto con cualquier textil, se puede quedar impregnando aceites corporales en la ropa de cama de invierno. Por eso es muy importante que laves todas las sábanas de franela y demás textil del hogar que vayas a guardar hasta el año que viene. De este modo, evitarás que se puedan desarrollar malos olores, que aparezcan manchas que antes eran inexistentes o incluso polillas entre tu textil de invierno. Todo  debido a no haber realizado una buena colada. 

Recuerda que la forma en la que laves este tipo de textil hogar, es importante. Dependiendo de los materiales con los que esté confeccionado, debes utilizar unas técnicas u otras. Sobre todo debes tener en cuenta el tipo de programa de lavado para los edredones y las sábanas. ¡No lo olvides!

Almacenar las sábanas de franela y los edredones correctamente

Una vez que hayas lavado y secado toda tu ropa de cama de invierno, es hora de almacenarla. Puedes hacerlo en cajas de plástico o de cartón. La segunda opción será más barata. Sin embargo, recomendamos utilizar cajas de plástico, ya que las cajas de cartón están fabricadas con materiales que podrían desarrollar malos olores. Además se puede potenciar la proliferación de insectos. Si dispones de poco espacio, puedes utilizar bolsas de vacío. De este modo tus mantas y edredones, ocuparán mucho menos volumen. Una vez que hayas elegido el embalaje para tu ropa de cama, debes conservarla en un lugar fresco y seco. También debes evitar que le dé la luz. 

Además de estos consejos, si quieres evitar malos olores, puedes utilizar aceites esenciales o bolsas especializadas para prevenirlos. Así cuando vuelvas a necesitar tu ropa de cama de invierno, tendrá un olor a fresco y limpio. 

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