¡Japón! Ese país con orígenes y costumbres tan misteriosas sobre los que todavía hoy se hacen películas, para mostrarnos su cultura y sus gentes, tan diferentes de las nuestras. Es ese lugar mágico donde celebran fiestas a los pies del cerezo el flor, donde están las enigmáticas Geishas con sus recogidos de infarto y sus kimonos de estampados florales de seda pura, es el enigma que envuelve todo lo que hacen. ¿Será por eso que nos apasiona tanto Japón?
Japón tiene una larga historia, tradición y respeto por sus origines milenarios, es por este motivo que su estilo de decoración hace una mirada hacia el pasado y por lo tanto es clásico y atemporal a la vez. La decoración japonesa se basa en el equilibrio del YING y el YANG, dos fuerzas opuestas y complementarias a la vez, que coexisten de forma simultánea. Algunos ejemplos son: el bien y el mal, negro y blanco, claridad y oscuridad, noche y día, sol y luna.
Esto quiere decir que por un lado, este estilo de decoración busca transmitir paz, calma y relax es decir el ZEN de las cosas y para ello crearemos espacios minimalistas. Debemos buscar espacios amplios y elegantes con los que podamos jugar con decoraciones de líneas limpias y simples sin cargar mucho el ambiente. Colores neutros como el blanco, el marrón clarito o el beige serán la base para crear espacios ZEN. En nuestro espacio nipón pondremos los elementos decorativos más estrictamente necesarios, nunca recargaremos este tipo de espacios.
Por otro lado, este estilo de decoración busca la vida, el peligro y el amor es decir la pasión de las cosas y para ello crearemos contrastes en nuestra decoración con toques de color vivo, como son el rojo, verde y azul. Está claro que el color estrella de la cultura japonesa es el rojo y por ese motivo es imprescindible que en todo ambiente japonés hay a un mínimo toque en este color por pequeño que sea, por ejemplo unas manoplas de cocina o un juego de toallas.
Otro componente importante es el mobiliario, este debe ser siempre de materiales totalmente naturales, nada de plástico, siempre serán de estatura baja para no entorpecer la visión. En cuanto a elementos decorativos debemos tener presente que la naturaleza es un elemento clave para este estilo de decoración por ese motivo el color verde es otro de nuestros colores estrella.
Finalmente solo nos queda hablar de elementos decorativos para completar nuestros espacios y acabar de dar un toque oriental a nuestra habitación. Ejemplos de elementos decorativos pueden ser farolillos de papel, fuentes de agua, elementos naturales como las cañas de bambú, kakemonos…
Ahora que ya tienes todas las claves para conseguir tu propio espacio, ponlas en conjunto con tu imaginación y encuentra tu propio espacio ZEN. No existe mejor manera para encontrar la tranquilidad que buscas cada vez que entras por la puerta de tu casa.
Fuente de imagen de portada: http://estilo-y-hogar.blogspot.com.es