El estilo nórdico surgió a principios del siglo pasado en el norte de Europa en países como Suecia, Finlandia Noruega y Dinamarca. Por la latitud de estos países, en la época invernal la luz escasea de forma importante, este es uno de los motivos de los principales de la aparición de este estilo. Hace poco más de década, el estilo nórdico, entraba en nuestro país como una moda, hoy en día,en cambio, se ha instaurado como tendencia.
Para combatir la falta de luz, el estilo nórdico utiliza colores claros, casi siempre blancos puros, tanto en mobiliario como paredes e incluso suelos. La diversidad de colores no está reñida con este estilo, ya que es habitual usar cojines o elementos decorativos llenos de color. El material predominante para el mobiliario es la madera con colores claros, las más usadas son las de arce, pino, haya y roble.
La tendencia en el diseño de interiores se encamina a estilos cada vez más minimalistas, líneas rectas, combinadas cuidadosamente con curvas sutiles que compenetran a la perfección para dar un toque elegante. Se eliminan formas barrocas y recargadas para buscar elementos limpios y se potencian elementos simples como cajas de almacenamiento a la vista o bancos montados con palés viejos.
En cuanto a los tejidos, también se utilizan materiales naturales como la lana, algodón o el lino. La variedad de colores aquí es un poco más amplia y se utilizan colores más vivos para darle un toque de alegre al ambiente.
También encontramos materiales como cobre y latón en lámparas, centros de mesa o pequeños elementos decorativos que otorgan un bonito contraste entre los elementos más modernos y minimalistas y los elementos decorativos con recuerdos vintage.