En fechas destacadas e importantes todo el hogar se decora de una forma especial. Seguramente colocarás las mejores colchas para los dormitorios, unas fundas de cojín nuevas, velas aromáticas, etc. A veces sucede que, después de conseguir un ambiente acogedor dentro de casa, justo cuando estamos a punto de colocar la vajilla en la mesa, nos damos cuenta de que los manteles tienen manchas que no han salido en el último lavado. ¿Cómo conseguimos que esto no vuelva a suceder otra vez?
Los manteles de tejidos naturales o delicados son más difíciles de cuidar y mantener siempre limpios. Con mucha facilidad sucede que las manchas se quedan fijadas incluso después del lavado. Por eso hoy, en este post, te queremos ayudar a solucionar tus dudas y queremos asegurarnos de que sabes cómo limpiar en profundidad los manteles de tu hogar.
Aunque lo recomendable a la hora de limpiar un mantel es lavarlo con detergente neutro, a veces no se consigue el resultado esperado ni se logra eliminar por completo las manchas de grasa, alcohol u otros alimentos. El uso de productos químicos puede dañar la calidad de los tejidos y por eso hoy te ofrecemos alternativas caseras, muy eficaces, para conseguir que tu mantel esté siempre listo en el momento en que os sentéis a la mesa.
Manchas de vino
Si después del lavado inicial la mancha aún sigue visible, te recomendamos poner sal sobre la zona en donde se ha caído el vino. Una vez retires el mantel de la mesa, introduce la parte manchada en agua hirviendo y déjalo actuar un rato. Luego blanquea la zona frotando un limón.
Manchas de cera
Para quitar las marcas de cera sólida, tienes que volver a derretirlas. Para conseguirlo, puedes poner un papel absorbente sobre la mancha y pasar después la plancha caliente. De esta forma conseguiremos calentar la cera y que se adhiera por completo al papel. Si quieres lograr un mejor resultado, frota después la zona con jabón de trozo.
Manchas amarillentas
Con el paso del tiempo los manteles suelen tomar un color amarillento. Para que vuelvan a parecer tan brillantes como el primer día, debes mezclar tres cucharadas de bicarbonato en un litro de agua. Luego, sumerge el mantel en esta mezcla y deja que actúe durante una hora. Para finalizar, realiza el lavado con el detergente habitual.
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