Las cunas son un mueble más de la casa mientras nuestros hijos son pequeños. Pero llega un momento en el que se quedan pequeñas para nuestros hijos. Crecen tan rápido… y claro, la cuna se nos queda ahí para el recuerdo, se convierte en un trasto que no sabes bien donde guardar y que muchas veces se acaba hasta tirando a la basura ¡Con el dinero que cuestan! Pues ya no hace falta que la tires ¡Aquí todo se recicla!. Hoy te traigo ideas para alargar el periodo útil de tu cuna. ¿Pero, cómo lo hacemos?
Por un lado, puedes hacer de la cuna un elemento para que tus hijos disfruten. Pero no solo puedes reutilizarlas como algo para ellos, también puedes hacer que los más mayores puedan usarla.
Para los pequeños, podemos convertir nuestra cuna en una pequeña mesa o en su primer escritorio.
Tan solo quitándole el colchón y añadiéndole unos pequeños detalles puedes conseguir que la cuna se convierta en su primera mesa de estudio. Por ejemplo, añadiendo una pizarra donde antes se encontraba el colchón. Con una pizarra incentivarás a tu hijo a pintar sobre una superficie amplia que se puede limpiar fácilmente y ayudarás a que su creatividad mejore.
También, de una manera sencilla, podemos convertirla en un espacio de recreo solo para ellos.
Tan solo dándole la vuelta a la cuna la haces accesible a tu pequeño y, entre sus tres paredes podrá tener un espacio privado en el que jugar o leer sin desperdigar mucho sus pertenencias por todo el cuarto. ¡Es perfecto para que lo mantenga recogido y sea más consciente del espacio que ocupan sus cositas!
Algo que podemos usar tanto padres como hijos y que nos puede hacer mucha falta es una estantería.
En este punto, como idea propia te sugiero que si le pones una cortinilla de tela te puede quedar un sitio chulo donde guardar los zapatos o cualquier otra cosa y esconderlos de la vista de los demás. Además, al combinar la tela a tu gusto no tiene porqué quedar descuadrado con respecto al resto de la decoración del lugar. Otra posibilidad que yo le veo es el uso como cuelgatoallas, para que las toallas húmedas se sequen fácilmente.
La ultima idea que te sugiero que no exige grandes transformaciones es convertir la cuna de tu pequeño en un sofá de jardín.
Es una fantástica idea para las cunas de tamaño considerable ya que, quitando tan solo uno de los lados de la cuna y protegiendo el colchón con alguna tela impermeable, esta puede convertirse en un fantástico sofá para exteriores (o interiores si quieres que tu pequeña tenga un lugar en el que hablar con sus amiguitos mientras juega.). Revisa nuestra sección de fundas de cojines para ver cuáles pueden combinar con el cuarto donde decidas ponerlo y darle un poco de encanto.
Estas son las ideas que te presento. Evidentemente su función dependerá mucho del tamaño de la cuna, de tu espacio en casa o tus necesidades. Pero seguro que la puedes aprovechar para alguna de estas nuevas utilidades. ¿Cuál te parece más original?