Los tapices de macramé son una forma muy sencilla de adornar las estancias de tu casa y, además, les dará una aire acogedor, son útiles para crear diferentes espacios y pueden ser utilizados en las ventanas a modo de cortinas para impedir la visión sin restar luminosidad. ¿Por qué no te animas a fabricarlos en casa? ¡Es muy sencillo!
Su estilo étnico dará un ambiente muy relajado a tu hogar. Solo es necesario una cuerda o hilos (te aconsejamos que escojas materiales naturales como el lino, la seda, el algodón o la seda). También puedes utilizar abalorios de madera para intercalarlos entre los nudos y escoger un elemento natural como soporte. ¿Qué te parece una rama seca de un árbol? Nos servirá para enmarcar nuestra creación y poder colgarla en la pared.
Este es un arte muy antiguo que ahora vuelve a estar de moda. Fue adoptado por los persas y los asirios hace más de 4.000 años y fue popularizado después por los árabes e incluso se extendió en los países caribeños para dar forma a sus populares hamacas.
Cómo decorar con macramé
Las posibilidades son casi infinitas. Hay multitud de formas de crear los nudos y todas las combinaciones son muy creativas. En el macramé básico detaca el nudo plano y nudo cote, que sirve para crear cenefas o trenzas. También son muy conocidos el nudo zigzag, el cabo, el simple y la doble trenza.
Además, esta técnica es también muy útil para decorar otro tipo de utensilios como maceteros, tapices de pared o cortinas. Si nuestra casa no es especialmente grande ni destaca por su luminosidad, el macramé también nos ayudará a colgar las plantas y situarlas en el lugar más brillante de la casa. De esta forma nuestras plantas de interior crecerán más sanas que nunca y las paredes estarán llenas de vida de una forma natural.
Si quieres iniciarte en este arte también puedes probar con kits que contienen todo lo necesario para crear una pieza decorativa. ¡Un universo de posibilidades para descubrir al alcance de tu creatividad!