Cada día nos vamos acercando más al invierno y se va notando la bajada de las temperaturas. En estas circunstancias, hay determinadas prendas de textil del hogar, que comienzan a convertirse en nuestras mejores aliadas para combatir el frío. Es el caso de las mantas, las sábanas de coralina o los edredones. Sin embargo, existen otras alternativas que conseguirán mantenerte muy calentito en la cama durante las frías noches de invierno. Hablamos de los sacos nórdicos. Una opción para protegerte del frío con la que además ahorrarás tiempo a la hora de hacer la cama. Sobre todo para los más peques de la casa.
¿Qué son los sacos nórdicos?
Los sacos nórdicos son una alternativa de ropa de cama que está teniendo mucho éxito. Esto es así porque reúne en un solo producto de textil hogar, las ventajas de otros productos como los edredones.
Un saco nórdico es un conjunto de tres piezas formado por una sábana bajera, una funda nórdica y una funda de almohada. La principal diferencia frente a otro tipo de ropa de cama, es que en este caso, la sábana bajera queda unida a la funda nórdica mediante una cremallera. Esto crea un aspecto de saco de montaña, por eso recibe el nombre de saco nórdico.
Aunque existen diseños de sacos nórdicos para todas las edades, este tipo de ropa de hogar suele ser más utilizado para los niños, ya que su estructura evita que se destapen y que se salgan las sábanas de su sitio.
Ventajas de los sacos nórdicos infantiles
Como ya hemos comentado anteriormente, los sacos nórdicos son una gran opción de ropa de cama para los más peques. Ofrecen numerosas ventajas para ellos.
En primer lugar, los sacos nórdicos ayudarán a que los niños no se destapen por las noches. Gracias a su sistema de cierre con cremallera que une el edredón y la sábana, una vez se hayan metido en la cama, podrás cerrarla para que puedan pasar toda la noche tapados y bien calentitos.
Otra de las ventajas de los sacos nórdicos es el relleno del que está formado. Suele ser fibra sintética. Este material aporta una mayor transpirabilidad. Es algo muy beneficioso para los niños, ya que esto evitará que suden en exceso y que se queden fríos por las noches.
Otro aspecto positivo de los sacos nórdicos es la facilidad que ofrecen a la hora de hacer la cama. Está bien que los niños empiecen desde pequeños a adquirir rutinas y a colaborar en las tareas del hogar. Con los sacos nórdicos lo tendrán muy fácil, ya que para tener la cama hecha, solo tendrán que estirar la parte del edredón y cerrar la cremallera.
¿Conocías los sacos nórdicos? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!